El
sabio Patanjali
fue
el primero en codificar el yoga en los Yoga
Sutra.
Patanjali
definía el yoga como “la restricción de las fluctuaciones de la
mente”. Las fluctuaciones son todos los movimientos que se generan
en nuestro interior: pensamientos, emociones, deseos, recuerdos,
fantasías, etc.
La
capacidad de encontrar recursos internos que nos permitan aprender y
crecer ante los obstáculos que se nos presentan, son una oportunidad
para vivir de forma más armónica con uno mismo y con los demás.
La
práctica del yoga previene el estrés y la ansiedad, a la vez que
contribuye a mejorar los problemas de comportamiento y de conducta,
ya que ayuda a relajar el cuerpo y la mente, aumenta la
concentración, disminuye la agresividad, refuerza la autoestima y
hace que los conflictos
se puedan afrontar de una forma más serena y reflexiva.
El
yoga sirve para ampliar la conciencia y purificar la mente. Ahimsa
es
la renuncia a hacer daño de pensamiento, palabra o acción. Una
actitud de no violencia hacia todos los seres vivos. Es un precepto
que se basa en el amor hacia uno mismo y hacia los demás. Dentro de
los Yoga
Sutra aparece
como una de las cinco virtudes del primer paso que Patanjali codificó
para la liberación del ser humano. Nos dice que las causas de la
violencia son: el deseo, la cólera y la confusión. Sostiene que la
violencia produce dolor e ignorancia, por
tanto, allí donde hay ignorancia encontramos la raíz de la
violencia, y añade que la práctica de la no violencia (ahimsa),
termina con la enemistad. A partir de ahí, sólo queda la
fraternidad.
Una
de las virtudes para la práctica de la no violencia es el cultivo de
la atención y la compasión, es
decir, darse cuenta de la violencia en las acciones, pensamientos y
palabras para que esta percepción la pueda transformar.
Trabajar
la parte física en grupo, hacer respiraciones compartidas,
relajaciones, gestionar las emociones, son herramientas que se
utilizan en el aula para desarrollar la sensación de pertenecer a un
grupo. El
educador debe velar para obtener un buen ambiente en clase para
mejorar la convivencia. De
esta forma se desarrollan las capacidades de los alumnos y al mismo
tiempo se aprende a convivir en sociedad.
La
Asociación
RYE España imparte
cursos para trabajar las emociones, la resolución de conflictos, la
atención, la memòria, la relajación y todo el abanico de
posibilidades que esta disciplina nos ofrece.
Dolors
García, presidenta RYE España. Miembro del GRIAE.
Artículo
publicado en la
revista Digital yogaenred.com